So Far Away

Día productivo

Bueno, pues como es costumbre en mí, otra vez que rompo el propósito que hice el día anterior. Digo que no entro en un par de días, y aquí estoy otra vez, aunque he llegado a las 24 horas, no? o ni eso???
En fin, que he descubierto una forma para poder entrar aquí sin remordimientos de conciencia....
Hoy he estado en la universidad de 8:30 a 20:00. De 8:30 a 14:00 clase, y de 15:30 a 20:00 en la biblioteca, no está mal, no? así que he estudiado bastante y ahora estoy demasiado cansada como para seguir estudiando, por tanto, he entrado un ratillo ;)
Llevo la mayor parte del día esperando llegar a casa para ver si alguien había escrito pero joooo no ha dado señales de vida... supongo que estará estudiando así que me alegro :)
Pues no tengo mucho más que contar. Sé que este post rompe con el estilo del blog pero sinceramente no hay ganas de escribir algo un poco más "profundo", incoherente, etc... como de costumbre...
Pues eso, que te he echado de menos :(

DESconcentración

Pues eso.... que no logro concentrarme a la hora de estudiar. Y encima es que tampoco tengo ganas de estar encerrada en mi cuarto con los apuntes delante. He perdido la motivación, la concentración, la ilusión... y en 12 días tengo mi primer examen. Preveo un fracaso descomunal...yo que me había propuesto aprobar todas las asignaturas este cuatrimestre, pero ya me veo en septiembre con más asignaturas que nunca. Ojalá pudiera centrarme en los apuntes. Quiero ser capaz de estar horas estudiando (estudiando de verdad, no lo que hago ahora....que es perder el tiempo pensando en todo menos en estructuras, etc...)
No sé que me pasa últimamente pero no consigo estudiar. Supongo que estudiar una carrera que no te gusta también influye, pero no sé...
Si es que a veces me entran ganas de llorar y todo. No soy capaz de hacer nada bien (autodestrucción).
Y encima estoy escribiendo demasiado aquí...creo que debería dejar de hacerlo, al menos durante dos o tres días para desconectar un poco, pero tampoco sé si puedo dejar de leerte. Estoy como enganchada a tus palabras o no sé...es muy raro.
En fin, que sí, creo que no volveré a entrar en un par de días. Tengo la impresión de estar cometiendo un error, pero bueno... otra cosa es que lo consiga.

Una última cosa... te echaré de menos.

Promesas rotas

Lo siento, no he sido capaz y he roto mi promesa. ¿Por qué siempre cumplo las promesas que le hago a los demás pero nunca las que me hago a mí misma?

Hace un mes te prometí que sería el último 29 que escucharía tu voz (Cumplida). Pero también me prometí que ningún 29 volvería a llorar (Rota).
Tengo que decir que a punto he estado de cumplirla. Faltaba poco menos de dos horas para acabar el día, pero he sucumbido al llanto. No he llorado desconsoladamente ni nada de eso; ha sido un llanto débil, sin sollozos ni faltas de aire. Un llanto limpio, podría decir.
La verdad es que no sé como ha ocurrido, pero de pronto me he visto sumergida en un número de dos cifras y pensando en ti. Tampoco sé por qué he derramado esas lágrimas. Creo que algo me ha obligado a hacerlo. Han sido esas lágrimas que tú no tienes, el recuerdo que tú enterraste y el sentimiento que tú has enfriado. Así que he llorado por ti y por mí, por las dos. Al menos te lo has ahorrado...
También creo que ha sido porque he vuelto a darme cuenta de algo: tú hoy no has pensado en mí, este día ya no te dice nada y prefieres que así sea (me parece bien), pero como dije hace unos días, refiriéndome a otra persona, no me gusta no perdurar en el recuerdo de alguien del que yo sí lo mantengo y por desgracia ésta vez no puedo decir "no me importa" porque tratándose de ti es distinto. Supongo que necesito más tiempo.
Siento que tengas que leer éstas palabras una y otra vez. Sé que no te gustan y que te alejan más de mí (si es que todavía no te encuentras a la máxima distancia), pero no he podido evitarlo...son ya demasiadas frases que quedan en "borrador". Lo siento.

Hoy no haré promesas.

Disparo

En mis manos está el poder. Sólo necesito un objetivo y apuntar. Un objetivo... dame uno por favor, necesito una meta, un lugar donde ir, un sitio donde caer rendida, una historia que escribir, un sueño que recordar, un camino por recorrer, unos ojos que mirar. Necesito disparar.
Quiero llegar allí, quiero vivir, quiero sentir, quiero gritar, quiero apuntar. Necesito un objetivo.
La música me hace enloquecer, la adrelanina recorre mi piel, la emoción me impide respirar, me hundo, me quemo, me caigo...
Un sonido se repite, proyectiles de plástico que vuelan, yo les dirijo...sólo yo.
Disparos, sonidos, poder... Me siento viva

Termina el sueño, suena el disparo, soy el delirio, soy la confusión,
soy sólo un verso que está equivocado mientras la muerte deja caer el telón.

Escribir

Últimamente me doy cuenta que no sé transmitir lo que escribo. No imaginaba que fuera tan difícil pero supongo que debería centrarme en mis fórmulas y números y dejar las palabras para los demás.
Y me siento inútil cuando no consigo hacer que entendáis los posts. A veces lo que escribo va dirigido a alguien en concreto y esa persona no lo entiende. Otras veces, no escribo a nadie y se dan por aludidos, y cuando quiero que alguien se sienta aludido no lo consigo. En ocasiones no entiendo ni yo misma lo que publico y la gente sí. O pienso que nadie va a entenderme y una persona (sólo una) dice que me ha comprendido...
Llego a una conclusión: no importa lo que yo quiera decirte porque tú leerás lo que quieras leer. Cada persona interpretará lo que escribo de manera distinta. ¿Así que para qué escribir?

Escribiré para mí y, de vez en cuando, te escribiré a escondidas, como he hecho siempre.

Storm

Esto tenía que haberlo publicado el jueves. Siento que llegue con retraso...

Me acuesto en la cama. No hace frío pero me tapo (siempre lo hago). Mi imaginación se pone en marcha y, una vez más, me sorprende. El sueño está cerca pero unos golpes en la ventana me devuelven a la vigilia. Abro los ojos y todo está a oscuras, tal y como lo dejé... vuelvo a cerrarlos.
Más golpes... son ligeros, suaves y pausados pero en un intervalo de segundos, se tornan fuertes, intensos y rápidos. Escucho su sonido atentamente. Me gusta oír como la lluvia me llama.
Decido levantarme y observo el exterior. El paisaje da miedo...nunca había visto llover de forma tan amenazadora. Ante mí se postra un cielo triste que llora desconsoladamente. ¿Quién le provocará tanto sufrimiento?. Me quedo unos minutos con él, pero no puedo secar sus lágrimas ni apaciguar su dolor.
Se escuchan sus gritos. Llama a alguien...seguro. ¿Está invocando a su amor o nos maldice con odio? Difícil saberlo.
Vuelvo a la cama, me arropo de nuevo y cierro los ojos en busca del sueño. El silencio se hace solemne... no hay llamadas ni gritos.
Al cabo de las horas despierto. Dos sueños y una pesadilla. Balance positivo y cielo despejado.

Seguiré

Me he asustado con tanta pregunta. Demasiada gente quiere conocerte, saber de ti... y no me sorprende pero no pensaba que llegara a ese punto.
Salgo corriendo. Últimamente lo hago demasiado. Me da miedo y huyo (para no sufrir, mas que nada).
A partir de ahora me alejo un poco y me quedo en mi anterior segundo plano. Seguiré visitándote y esperando tus comentarios. Seguiré sonriendo al verte la primera y pensando en una respuesta. Seguiré imaginando esos ojos azules escribiendo tus versos en prosa. Y seguiré dedicándote algún pensamiento envuelto en frases que no llegan.
Otra historia que termina antes de comenzar. Ha sido bonito soñar :)

Krave

Una puerta cerrada y la luz atravesando la estancia.
Un atardecer que sueña y mi guitarra aullando entre mis brazos.
Te dedico algunos acordes, sismpre inventados. Suena desafinada pero me sigue gustando. El tacto de sus cuerdas me seduce. Cada día me conquista un poco más.
La soledad inunda la habitación pero no hay mayor consuelo que saber que eres mía, que tú no me abandonarás.
Comienza la canción, "This is my life...". Cierro los ojos, te acaricio una vez más y canto en silencio.
"These are my words..." La emoción me envuelve. Sentimientos a flor de piel que destruyen mis pensamientos...me dejo llevar.
Tus curvas de madera rozan la perfección. Los años te pesan y desprendes ese olor característico que dejas tatuado en mi piel.
"Now that we're here, it's so far away..." Las lágrimas no tardan en llegar. Te abrazo contra mí. No me dejes. Cántame.
Entre cuatro paredes tú y yo. Se acerca la noche. Las sombras han llegado y nos rodean, pero contigo me siento a salvo. Te abrazo más fuerte, las caricias no faltan...canta conmigo.
Es ahora cuando el mundo me sobra. Estoy viva...o quizás esté muriendo y sea ésta la música de mi funeral. Pero resulta indiferente cuando la luz se esconde tras tus destellos rojos y negros. Ha llegado la noche. Te guardo en tu ataúd. Mañana vuelvo a implorarte.

Monotonía

Hoy, más que nunca, me siento completamente fuera de lugar. No sé si os habréis fijado alguna vez en los transformadores que a veces se ven en jardines o en el campo... (los ves y piensas que rompen con la armonía del paisaje), pues así me siento yo...como si estuviera estropeando la visión de lo que me rodea. La sensación no es nada agradable y tampoco sé qué hacer para evitar sentirme así.
Luego también está la sensación de estancamiento (los transformadores son fijos). Todo el mundo va avanzando, camina y vive cosas nuevas, se enamora, siente, y avanza (que es lo importante). Yo llevo tiempo sin avanzar y no es que no quiera, pero creo que me han clavado en la tierra. Creo que alguien decidió que ese era mi lugar y que no tenía otra misión que estar ahí para que la gente me observe y piense que "estropeo el paisaje".

Lo peor de todo es estar viendo como las personas pasan a tu lado y siguen su camino sin detenerse.

I don't give

Mi falta de concentración a la hora de estudiar me hace pensar en cosas que dejaron de tener valor, pero...

Pensarás alguna vez en mí?
Ha pasado ya demasiado tiempo (casi tres años) sin vernos, sin oírnos y ya no me provocas ningún sentimiento, pero de vez en cuando pienso en ti, es inevitable, y no sé si tú también. Yo creo que ya no lo haces, que te has olvidado de quien soy (quien fuí) y que el daño que te ocasioné te ha impedido traerme de nuevo a tu mente.
No sé por qué razón, pero creo que me odias. Y resulta irónico porque, vale, yo te hice daño, te defraudé, te mentí...pero tú me hiciste lo mismo (antes y después) y el dolor que me dedicaste fue más intenso, fue doble, porque tú eres así, eres cruel y cuando alguien te hace sufrir, tomas venganza y no hay quien te detenga.
Un tiempo creí odiarte, estaba segura de ello, pero más tarde volví a la realidad y no era odio lo que imperaba esos días...sino un desesperado intento por no sufrir. No se puede odiar a alguien a quien has querido tanto; yo...no puedo.
Si algún día nos cruzamos por la calle ¿me saludarás?. Temo ese momento. Temo que la respuesta sea "No".
La idea de ocasionar rechazo e infelicidad, o lo que es peor...indiferencia en tu memoria, no me gusta. Y la idea de no perdurar en tu recuerdo tampoco, pero no me quita el sueño...
Te he superado y estoy orgullosa. Aún así mantengo un recuerdo de lo que fuiste, pero tú no, verdad?

¡¡¡NO ME IMPORTA!!!

P.D: khaos, ya vuelvo a ser la misma. El espíritu del post anterior me ha abandonado... ;)

Sing the sorrow

Dame un segundo más. Necesito tiempo.
Ve escalando el muro. Si eres tan valiente.
Existe una trampa. No te lo diré.
Las piedras no juegan. El as navega.
Mi venganza se acerca. Quiero ver tu caída.
Reiré con tus lágrimas. Es mi turno.
Canta el dolor. No voy a escucharte.
Grita y pide ayuda. Me iré lejos.
Estarás sola. Abandono la ilusión.
Papel fundido. Letras muertas.
Tu sangre quema. Tus lágrimas gritan.
Desaparecen los sueños. Escarba la tierra.
Canta. Sigue cantando.
El miedo te da alas. Los ángeles caen.
La luz amortigua. El tren se aleja. No hay luna.
Perderás. Ganarás. Morirás.
Cenizas.

Se me ha ido la pinza, sorry...

Ángelus

Hoy no tengo ganas ni tampoco nada que escribir, así que os dejo un poema que describe mis pensamientos de los últimos días.

Mario Benedetti

Desilusión

Se fue la motivación, se fueron las ganas. Es uno de esos momentos en los que yo "no soy", "no existo".
La ilusión de ayer se esfumó...y tan rápido que apenas pude saborearla. Todo cambia muy deprisa y mi ritmo ahora es lento. Ir desacompasado no es buena señal.
Las ganas de conocerte (sí, a ti...) se han esfumado porque no puede ser, y aunque creo que merece la pena, no puedo hacerlo y eso me hunde un poco más en esta desilusión. Me conformaré con leerte de vez en cuando e imaginarte...

Una mirada triste enmarca mis días y me asusta hasta tal punto que miro al espejo y no reconozco a esa chica. Es un reflejo difuso donde sólo se ve nítida esa mirada....esa mirada que desde hace dos días es triste y desde hoy vacía.
Esa mirada que no corresponde con lo que fue porque ya no dice nada, no habla. Creo que ha desvanecido...¿o habrá sido la soledad que ha vencido?

I hate myself

Lo habéis conseguido...definitivamente habéis conseguido que me odie tanto que ya no tengo ganas de nada, sólo estoy aquí dispuesta a odiarme un poco más y odiaros a vosotros.
Una hija horrible, eso es lo que soy. La vergüenza de la familia, y no me lo invento porque tú misma lo has dicho "me das vergüenza". Sí, eso y otras muchas cosas más. No soy normal, desde hace cinco años os llevo amargando la vida (según él) y desde que nací (según ella).
Os preguntáis, entre asombros, que no me conocéis. Coño! cómo vais a conocerme si no queréis ver como soy? cómo voy a mostrarme ante vosotros si ya tenéis una imagen de mí que no corresponde?
Lo más gracioso es que dices no conocerme pero no paras de gritar "porqué tú eres...porqué tú eres...porque tú eres..." en qué quedamos? me conoces o no? porque si no me conoces no sé que haces hablando de mí. Aunque está claro que no tienes ni idea de como soy porque no has acertado ni una...ni una!
Y no sólo no me conocéis vosotros, nadie me conoce realmente, pero ni a mí ni a nadie, porque ninguna persona se da a conocer del todo, siempre te quedas con esa parte de privacidad, esa parte que sólo le corresponde a uno mismo.

Privacidad...otro problema. Te quejas de mi uso "exagerado" de ella, y acaso es tan importante una puta contraseña? es tan importante que no quiera que leas ciertas cosas? es tan importante y dramático que quiera mi trocito de mí sólo para mí?

Miedo...tienes miedo de encontrarte cosas que no quieres ver. Pues si no quieres verlas no las busques, no me pidas que te muestre como soy si tienes miedo. No te entiendo, no te entenderé nunca y a ti tampoco.
Siempre acabas hundiéndome, sí, tú...esos nueve meses que pasamos unidas no sirvieron de nada, sólo para impedirnos unirnos de nuevo. Me comparas con tu otra hija, esa que es tan guapa, alta, simpática, perfecta...me comparas con ella y me dices que yo no me compare, que cada una tenemos nuestra personalidad y que no intente ser como ella, pero a ver...si tú me echas en cara cada dos por tres que no soy como mi hermana!!
"Tú, cómo no vas a tener hijos no podrás comprenderlo". Directa al corazón esa puñalada. Ojalá no me hubieras obligado a contarte que me gustan las chicas. Ojalá pudiera borrar ese día porque te sirve para apuñalarme una y otra vez. Tú que sabes si voy a tener hijos o no? Tú que sabes si me gustan los chicos? Tú que sabes de mi futuro? Acaso lo sabes?
Soy egoísta, irrespetuosa, borde, insensible...qué mas...ah si! yo no soy normal.
"Por qué te hacen daño? piensa en ello" otra más para tu lista. A ti te resulta de lo más normal que Ella y Ella me dejaran. Una de una forma y la otra de otra, pero me dejaron y me hicieron daño. Y me das a entender que es lo más normal porque yo soy así. Quieres que piense en ello? Vale, lo haré. Pero si empiezo a derramar lágrimas no me lo eches en cara también, vale?
Según tú, yo merezco que me hagan daño, que me abandonen, que "no quieran saber nada de mí". Y eso lo has dicho sin tener ni idea de lo que ha pasado.
Has dicho frases que me van matando poco a poco. No deberías ser tan cruel. Iba a decir que no tienes derecho a matarme, pero si me diste la vida puedes ejercer tu derecho a quitármela. Y lo estás consiguiendo.
"Te quiero mucho aunque no te lo creas". Eso me dices después de una noche llena de reproches, de odio, de incompresión. Y cómo voy a creerte si me acabas de matar? me quieres pero me matas? que irónico, no?

Me dejo muchas más cosas, pero creo que mi alma no soporta recopilar más información. Gracias por conseguir que me odie aún más. Gracias.

P.D: Ya sabía yo que el mal día no tardaría en venir.

Puede que sí

Ya no me gustas...o mejor dicho, ya no comparto las ideas contigo. Es extraño como no había visto tu forma de ser hasta ahora.
Eres realmente así o el dolor y la tristeza han provocado este cambio? o puede que antes esa forma de ser que tienes estuviera debajo de esa capa de optimismo, por llamarlo de alguna forma, que ella te daba.
No sé, pero ahora eres distinta y me canso de ti. Estoy cansada de tu desconfianza, de tu amargura, siempre intentando quedar por encima de todo el mundo. No sé si éso te pasa sólo conmigo, que me odias o guardas algún tipo de rencor...pero eso es lo que me das a entender; que quieres ser superior en todos los aspectos, TODOS, y eso es imposible, para ti y para cualquiera.
Cuando digo que he hecho algo que tú nunca has hecho, lo pones en duda, siempre, y no alcanzo a entender el por qué. Crees saberlo todo y no sabes nada. Crees que lo que tú haces es mejor que lo que hacemos los demás, pero bueno, cada uno es como es.
Luego está tu falta de respeto por la vida, por la gente que te rodea e incluso por la muerte. Ésto último puede que acabe contigo.
En definitiva, que ya no comparto tu forma de ver el mundo ni me gusta en lo que te has convertido. Increíble que una persona piense que nos parecemos...ja...ahora me río porque yo me dí cuenta, hace ya tiempo, de lo distintas que éramos.
No quería darte ningún consejo, porque no creo que esté en disposición de hacerlo, pero no puedo evitar decirte que así no vas a conseguir nada.
Mantengo la esperanza y creeré que ésto es un cambio momentáneo para soportar mejor el dolor, pero mi razón la aplasta una y otra vez.

P.D: Si alguien se da por aludid@...

Buen día

Creo que hoy ha sido un buen día. He llegado a casa más cansada y tarde que de costumbre pero el balance, por una vez, ha sido positivo.
Todo el día en la universidad. Todo!! pero he conseguido algo...
Por fin he hablado con "esa" chica, esa que llevo observando desde que entré en la escuela, esa por la que me quedo embobada cada vez que nos cruzamos por el pasillo o cualquier lado, esa que sé que es imposible pero que me apasiona. Y hoy no ha sido un "Hola" sino que ya hemos llegado a la frase!! y ha sido una chorrada pero llevaba tanto tiempo esperándolo...
Y lo mejor ha sido la vuelta a casa. Nos la hemos encontrado en el metro y ella iba leyendo. Cuando mi mirada hacía un gran esfuerzo por intentar averiguar que libro estaba entre sus manos, se ha girado para hablar con uno de mis compañeros y ha dejado el título a la vista. Y menuda sorpresa cuando el autor es uno de mis escritores favoritos! me he quedado completamente descolocada porque nunca la habría imaginado leyendo ese tipo de libros.

Y no sé, hoy he comprobado que mis compañeros me conocen y me conocen mucho... hemos pasado un día lleno de risas, coñas y esas cosas. Me doy cuenta que reír me sienta bien y me hace pasar un día mucho más agradable. No digo que feliz...porque la felicidad no se consigue tan fácilmente, pero he llegado a casa con una sonrisa y después de haber escuchado una canción que me recuerda a alguien que fue y es muy especial.
Escucharla y sonreír ha sido agradable, quiera o no, cuando la escucho apareces tú y que ahora esa presencia me haga sonreír por todo aquello que fue y no llorar por todo lo que pudo haber sido, es un paso hacia delante...

En fin, lástima que tras un día bueno llegue otro malo. Siempre ocurre...el dichoso equilibrio supongo...

Soledad

¿Por qué me asusta tanto esa palabra?
Recuerdo que una vez, hace ya unos años, en una de mis habituales discusiones-incomprensión-cabreo-decepción-etc-etc con mis padres, mi padre me preguntó:
-¿A qué tienes miedo?
El silencio, tan propio de mí, contestó en voz alta y una palabra fue gritada en mi interior..."SOLEDAD".
Nunca le dije a mi padre que temía la soledad, pero eso es lo que temo, ahora y siempre. Me da miedo pasar el resto de mi vida sin nadie a mi lado, sin nadie con quien compartir cada momento, sin una mirada con la que cruzarme, sin una sonrisa que me conteste, sin unas manos que acariciar, sin alguien a quien amar...
Temo quedarme así siempre...sola...
Y si es así? y si no conozco a nadie que me deje amarl@? y si no encuentro a nadie o nadie me encuentra a mí? y si he perdido ya todas mis oportunidades? y si estoy destinada a estar así? y si...

¿Y si la soledad me atrapa y no me suelta jamás?

Heart's breaking (FIN)

[...No podía apartar mi vista de aquel suave y viscoso corazón...]

“Baby...”.
Otra vez la voz. Miré a mi alrededor buscando de donde provenía. No veía a nadie. De donde salía? Quién era? Sería este corazón a quien buscaba? Se llamaría Baby este pequeño corazón?

Una sombra se acercó por detrás. Esta vez no tuve miedo. Traía consigo calor, calor que necesitaba lo que agonizaba entre mis manos.
“Baby...no sabes quién soy?”
–Me hablas a mí?
“Claro. Acaso hay alguien más contigo?”
–Sí. Está él. – Y elevé mis manos hacia la sombra.
Se escuchó una dulce risa... “Todavía no lo has averiguado, eh?”
–El qué? Qué tengo que averiguar?
“Ese corazón...no sabes a quién corresponde?"
–No. Me resulta familiar, pero no sé de quién es. Es tuyo?
“No”.
–No? Y tú sabes de quién es? Hay que ayudarle porque se está rompiendo. Y todavía estamos a tiempo, no crees?
Se acercó la sombra a mí, lo hacía despacio y con algo de miedo. Parecía que no quería acercarse pero algo la atraía.
Su mano se posó en mi pecho. La miré. Nunca antes había tenido esa sensación de alivio, de salvación. Quedó durante un tiempo así, con su mano en mi pecho, como si estuviese buscando algo.
“No te das cuenta?”
Reinó el silencio.
“Estás vacía. No te has dado cuenta?"
Unas lágrimas cayeron de mis ojos, los cerré y entre sollozos:
–Sí. Lo sé. Me lo quitaron hace unos días. No quería encontrarlo...para qué buscarlo si estaba roto? Ya no sirve. No sirve...
Sus manos abrazaron las mías.
“Está vivo. Todavía late. Yo te ayudaré a curarlo. Juntas conseguiremos recomponerlo. Estoy contigo, baby. Te he venido a buscar. Déjame devolvértelo.”
Mis lágrimas seguían cayendo. Ella introdujo sus manos entre las mías y el pequeño corazón. Lo cogió con mucha suavidad y lo acercó a mi pecho. Mi cuerpo temblaba.
“Tranquila. Dolerá un poco pero es necesario. Se pasará”.
Un grito de dolor quemó mi garganta. Caí al suelo.

Algo empezó a caer sobre mí y me despertó. Llovía.
Yo estaba tumbada al lado de aquel viejo árbol. Puse las manos en el suelo y levanté la vista. Llevé la mano a mi pecho. Dolía. Era como si algo me estuviese apretando por dentro, como si estuvieran manipulando mi interior. Giré la cabeza y allí estaba Ella... de cunclillas en el charco, con las manos metidas en el agua.
Hice ruido al levantarme y ella miró. Coincidieron nuestras miradas pero ninguna sonrió. Me acerqué a donde Ella estaba, teniendo cuidado para no resbalar con la lluvia caída. Llegué a su lado.
–Qué haces? –pregunté.
Sin apartar la vista de lo que estaba haciendo dijo “Nada. Está fría. Me gusta”.
Puse mi mano en su hombro y se levantó. Giró para quedar frente a mí. De nuevo las miradas... cogí sus manos entre las mías y me acerqué aún más a Ella. Un leve movimiento de cabeza y nuestros labios se rozaron. Me aparté, la miré y volví a acercarme, esta vez un beso selló el momento. Uno de esos dulces e intensos, cálidos, inolvidables...
“Es la hora, baby” susurró.
–¿La hora?
“La hora de despertar”.

Los rayos del Sol pegaron en mi cara. Abrí despacio los ojos y me encontré de pie en el cruce. Noté algo frío cayendo bajo la ropa y miré hacia el suelo...
Sangre...un charco de sangre se estaba formando bajo ms pies. Levanté mi camiseta y vi:
Fuente de vida, de miedo, de dolor...pero tan llamativa...
Un intenso color rojo y brillante manaba de esa herida y recorría mi piel.
La gravedad marcaba su camino. Que fácil resulta cuando te indican.
El contraste te inquieta...una imagen impactante...mi sangre.

Caía despacio por mi piel hasta llegar al suelo. No puede ser. No podía ser.
–Dónde estás?!!!
–Vuelve!! Donde estás?
–Voz...Sombra...vuelve, mi amor... –susurré.
Lágrimas rojas, lágrimas vivas, lágrimas por ti...

Uno de los caminos tenía ahora una inscripción: “OLVIDO”. Los otros ninguna. Fui hacia donde creí haber escrito el día antes con una rama, pero no estaban mis palabras sino las suyas “Sigue al olvido”.
Allí quedé mirando esas tres palabras, sin creer lo que estaba leyendo. No había charco de agua, no había árbol ni resto de lluvia. Una lápida sobresalía al principio del camino a seguir y una inscripción en ella: “Hearts breaking even”.
Bañé con sangre mi tumba, puse una piedra encima, dejé alguna lágrima y continué mi camino.

Heart's breaking (I)

Recuerdo que aquellos días caminaba sin mirar, sin buscar, sin saber hacia donde me dirigía. Una historia pasada que juré no volver a vivir.
Levanté la vista al llegar a un cruce. Había tres caminos, tenía que decidir cual de ellos seguir.
–Tres...y ahora por cual continúo? – dije.
Lo pregunté en alto, como si alguien fuese a contestarme. No me daba cuenta que estaba sola, que ya no había nadie conmigo, que mi corazón...

Me senté en una piedra, de frente a los tres caminos. El Sol se marchaba, cansado ya de esperar mi decisión.
Me entró el pánico...las sombras se acercaban, no las conocía. La noche llegó y también el silencio. No podía dormir pero mis ojos se cerraban.

“Baby...Baby...” alguien me susurraba; una voz tan apacible, tan dulce...
“Baby...”. Abrí los ojos. ¿No había nadie? Qué extraño.

–¿Qué hace el Sol aquí? – dije asombrada.
Todo estaba distinto. El mismo cruce pero...pero ¿qué ha cambiado? Me levanté y comencé a observar. Todo parecía igual pero tan distinto...la atmósfera quizás.
De pronto recordé aquellos susurros. Cuál sería mi sorpresa cuando descubrí que los echaba de menos. ¿Volverían? ¿Vendría de nuevo su calor?

Me senté otra vez; la decisión esperaba. Tenía que continuar mi camino. Debía hacerlo, pero no sabía...
Cogí una pequeña rama muerta que yacía en el suelo y marqué la tierra: TE ECHO DE MENOS.
No sé por qué lo hice, ni siquiera sabía a quien añoraba.

Pasaban las horas. Nadie venía. Nada se escuchaba.
Me alejé del camino y anduve un rato. Un charco de agua.
–Algo nuevo! –Me acerqué con curiosidad quedando mis pies al límite del pequeño lago y miré hacia abajo.
–¿Qué es? –Había algo en el agua...era rojo. Me arrodillé para verlo mejor...
–dios! – Mis lágrimas cayeron al agua provocando ondas que crecían y morían en la tierra, en mis pies...
–Un corazón...y está roto.
Lo cierto es que me resultaba familiar. ¿Por qué me sonaría tanto? Juraría que lo había visto antes. Miré de nuevo. Qué extraño. No había sangre. Sólo un corazón. Un corazón rompiéndose...
Mi inquietud me llevó a introducir las manos en el agua. Estaba fría...nunca había tocado nada tan frío. Me estaba congelando así que me apresuré a coger el corazón y sacarlo de allí lo antes posible, antes de que fuera demasiado tarde.
Cuando lo rocé bajo el agua quedé inmovilizada....estaba caliente! Aún estaba caliente! Cómo era posible? Cuánto tiempo llevaría allí? Tendría que acabar de caer para que siguiese con esa temperatura...Esto es muy extraño...
Lo agarré con muchísima suavidad, no quería romperlo aún más, y lo saqué de allí.
Entre mis manos estaba aquel órgano, parecía tan vivo...pero no latía. Ya no servía, pensé.
De pronto se hizo de noche y allí quedé yo, arrodillada en el suelo con un corazón llorando en mis manos.
Era tan bonito...un rojo intenso brillaba bajo la luz de La Luna. Las sombras no parecían afectarle...
Y ahora qué hago? No puedo tenerlo siempre aquí. Pertenecerá a alguien y querrá enterrarlo... pobre corazón... cuanta tristeza habrá en tu interior... cuanto dolor...
No puede ser, se movía. Continuaba rompiéndose...
–No. Por favor no te rompas más, no llores, no te rindas... –Le había cogido tanto cariño...
Me levanté despacio, tenía que alejarle de aquel agua helado porque le hacía daño. Divisé un árbol cerca y fui hacia él. Me senté de nuevo apoyando mi espalda contra su tronco. No podía apartar mi vista de aquel suave y viscoso corazón.

Reina de corazones

"No existe" dijo.
Una vez pensé que por fin te había encontrado, que la gente tenía razón al decir que me esperabas y que me pertenecías, al igual que yo a ti; que el destino nos sorprendería uniéndonos.
Pero el tiempo también quiso jugar sus cartas. Una única partida (3 jugadores), el tiempo, tú y yo.
Él mostró sus cartas, tú: "No voy" y yo (ilusa de mí) decidí arriesgar y perdí. Me ganasteis...los dos.
Creí que era Mi Partida pero fue un engaño.
Engañada porque pensaba que existías, que eras tú quien tantas noches aparecías en mis sueños, que eras tú por quien derramé mil lágrimas y que eras tú por quien había esperado toda la vida.
Pero ibas disfrazada...puede que ni te dieses cuenta de tu disfraz y que también creyeses que existías, pero no...
Un susurro desveló el misterio... "No existe".

Show me love

¿Es posible que el amor sea subjetivo?

Esa frase aparece en el libro que estoy leyendo en estos momentos y me ha hecho replantearme seriamente la forma de ver el amor, aunque no he llegado a ninguna conclusión...

Amor subjetivo????? nunca antes había pensando en ello. Siempre he dado por hecho que es de las pocas pocas que son objetivas en esta vida, junto con varios sentimientos más (o todos).
No se supone que el amor surge sin que nosotros queramos? que el amor no se puede controlar? que el amor es OBJETIVO?
Eso hemos dicho todos alguna vez. "No he podido controlarlo. Me he enamorado." y un día te das cuenta que amas a esa persona, que la amas con locura y que tú no has hecho nada para que así sea.

Hoy replanteo el tema. No es posible que nuestras ganas por encontrar el amor nos lleve a sentirlo en algunas ocasiones? y el desamor? podemos desenamorarnos de alguien? últimamente le ha ocurrido a varias personas de mi alrededor y es algo que nunca he conseguido entender. Será objetivo? nadie sabe explicarme por qué ocurre, así que puede q lo sea.

Pero cómo es posible que cuando sufres un desengaño, poco a poco, vas dejando de sentir ese senimiento, ese amor tan profundo que sentías? "porque no era amor" diréis algunos.
Yo digo que xq nuestro cerebro reacciona al sufrimiento. No sé. Un corazón roto...que sangra...que sufre...Nuestro cerebro intentará repararlo, no? es él quien nos hace ser subjetivos?
En fin, mi inseguridad me impide dar una opinión coherente en este tema también.

This was an accident
Not the kind where sirens sound
Never even noticed
We’re suddenly crumbling

Mistake

Nunca me perdonarán...lo sé.
Cometí un error en el pasado (muy grande) y ellos aún lo recuerdan. Nunca dijeron que lo olvidarían ni que me hubiesen perdonado así que no puedo echarles nada en cara.
Ojalá fuese todo distinto y aquellas palabras fatales, fuesen ahora inexistentes.
Ojalá no me hubiera perdido la venganza, ésa que desde entonces aborrezco.
Ojalá no te hubiera conocido...porque tú fuiste la razón por la que les fallé. A ellos, q son lo más importante que tiene uno en esta vida, lo único constante y seguro (siempre hay excepciones).

Los años no han ayudado...no borran, no olvidan. Qué ilusa al pensar que todo pasaría. Lo siento.
Y hoy noto otra vez ese sentimiento. Sobre todo cuando el silencio reina en medio de una escena que reconstruye aquellos hechos. Siento vuestro remordimiento en el ambiente, vuestra vergüenza, la culpabilidad acelera mi corazón y ruego porque termine la imagen. Una habitación incómoda...huyo.
Rara vez la huida es mi escape, pero con ellos siempre apremia.
Por qué no lo olvidáis? por qué somos tan crueles con nosotros mismos y recordamos aquello que nos duele? por qué vuestro perdón no existe? por qué mi condena? por qué?

Should I? Could I?
Have said the wrong things right a thousand times
If I could just rewind, I see it in my mind
If I could turn back time...

I stumbled like my words

The Sacrament

Yo sabía -como él- que era una lucha a brazo partido con la muerte, y en una de las pausas así se lo dije. Me contestó algo que no entendí, aunque lo dijo con una expresión de tremenda gravedad reflejada en el semblante:

-Si no fuese más que eso, ahora mismo lo dejaría todo, y permitiría que expirase en paz; pues no dislumbro luz alguna de vida en el horizonte.

Sin rumbo fijo

El tiempo pasa y no solemos consideralo.
Vamos caminando por los días sin rumbo, navegando por sus horas sin izar las velas, mirando al horizonte de vez en cuando...porque no hay mucho más que hacer. Ya no buscas en el cielo deseando gritar "Tierra a la vista!".
Ahora hundes la mirada en el mar...y te sientas en el borde de la popa.
El barco avanza lentamente dejando destellos blancos a su paso...que se desvanecen al minuto, y aunque tu vista no alcanza a ver como el mar los arrastra de nuevo, sabes que esa gran manta azul los cubrirá...otra vez...
El viaje continúa, ¿hacia dónde te dirijes?, ¿tienes destino?, ¿o sólo esperarás?.

Viaje a ninguna parte, donde no espere nadie
y nadie a quien esperar.

Tu derrota

No quiero hablar. No quiero escucharte. No quiero sentirte.
Estás conmigo desde hace años. Ella nos presentó. Nunca antes había conocido algo igual, tan profundo, tan fuerte, tan cruel, tan dañino.
Te acogí en mi vida porque ella te trajo y porque eras mi única herencia.
Supimos convivir durante un tiempo. Me hacías daño pero no te decía nada, te dejé seguir a mi lado. Cambiaste todo de mí. No fue algo premeditado, no por mi parte. Yo ni siquiera me daba cuenta. Estabas conquistando mi interior pero ya no importaba quedarme sin nada.
Aprendí todo de ti, cuando te gustaba salir, cuando te ocultabas para jugar conmigo (una especie de escondite pero más dramático), tus miedos, tus objetivos...Conseguí conocerte y cada vez me gustabas menos.

Un día dijiste que te ibas. Yo no te lo pedí pero te fuiste. Al principio resultó extraño vivir sin ti. Aparecías de vez en cuando en mis sueños y a la mañana siguiente despertaba casi hundida en mis lágrimas.
No me gustaba y dejé de soñarte, pero alguna noche volvías y no podía hacer nada. Solamente podía esperar a que te cansaras de jugar conmigo y te fueras de nuevo.
No volviste durante, lo que me pareció, mucho tiempo. Pude volver a ser yo, a reír, a soñar sin ti...en definitiva, a vivir.
No tenía noticias tuyas. Seguramente habrías encontrado otra víctima a quien poseer, a quien matar. ¿Te habrías olvidado de mí?...
Nunca lo sabré, pero escuchaste una llamada y viniste corriendo. Alguien te ordenó que abrazaras este alma, mi alma, y que lo hicieras con más fuerza que nunca. Alguien misterioso que no supo quererme. Alguien que no quiso abrazarme...Alguien...

Te vi llegar. Tuve miedo. No quería verte. “No...No vuelvas...”. No tuve fuerzas para impedírtelo. Un reencuentro. Un abrazo. Un llanto.
“Te echaba de menos” dijiste. “No tienes a nadie. Sólo estoy yo. Ya no me quieres?” Te abracé con tanta ansia...me hacías daño pero sin ti estaba vacía. Giro radical esos días. Hablamos. Me contaste que no habías perdido ninguna batalla. Fuiste el conquistador, aunque sea tu gran arma quien vence.

Me he cansado de ti, de esa atmósfera de muerte y soledad que te rodea. No hay ganas de hablar. Te odio. Te he vencido. Por primera vez he ganado....Y no hay mejor victoria que tu derrota.
Espero que algún día aprendas a vivir y rompas con esa melancolía con la que te acuestas desde hace años.
De momento me separo para vivir mi propia vida...porque, ahora que tengo fuerzas, no voy a permitir que me arrastre tu tristeza.
Adiós.

Observando

Esta tarde he estado haciendo una de las cosas que más me gustan y que más me hacía falta. Pasar una tarde, o una parte de ella, observando a mi alrededor para fotografiar aquello que me hace sentir.
Ya me había olvidado de hacerlo. Hoy he mirado el mundo desde todos los ángulos posibles, con cada luz y cada sombra.
Ha habido un momento en el que una señora se me ha quedado mirando algo extrañada porque estaba buscando el lugar idóneo para tirar una foto y yo no hacía más que mirar a todos lados. Me he sentido rara.
Luego unas chicas también y una pareja de chicos jóvenes igual, pero ésta vez no me ha importado demasiado que me mirasen (normalmente no me agrada mucho que alguien se me quede mirando xq lo paso un poco mal), pero hoy no. Hoy no me importaba la gente, sólo existía ese parque, con su cielo, su agua, sus árboles...y yo.
Me alegro de haber dado por fin ese paso. Sabía que me sentaría bien. Lo echaba de menos. Sobre todo la tranquilidad que se respira. Ni siquiera puedo describir como me he sentido hoy. Así que os dejo alguna de las fotillos y os hacéis una idea.

Eso (3ª parte)

[...Finalmente te quedas sin fuerzas y caes rendida...]

Despertarás a la mañana siguiente sintiéndote vacía. Mirarás al espejo y verás un reflejo que no conoces. Unos labios y ojos hinchados te dirán lo que pasó anoche. Escucharás atentamente y lavarás tu rostro.
Limpiarás el suelo, recogerás el dolor y lo guardarás. Por ahora no te atreves a tirarlo.

Pasarán los días y sentirás que algo te falta, pero vas viviendo...
Un lunes, el odio te visita. Ese odio que creías que no existía o que creías haber vencido. Mantienes una lucha con él. Gritos, golpes, llantos...Buscas en los cajones aquel dolor que guardaste una vez con la intención de arrojarlo, pero no puedes. El dolor no quiere irse, nunca te librarás de él. Es demasiado intenso y pesado para si quiera arrastrarlo. Ella lo ocasionó. Con esa fuerza que la caracteriza lo clavó en tu alma. Sabes que no lo sacarás de ahí. Te rindes.
Decides salir a la calle y miras al cielo por primera vez desde hace semanas. Ves gente a tu alrededor, sonríes, observas, hablas...el dolor existe, pero lo vas enterrando.
Vuelves a vivir, conoces gente, experimentas, estudias, ríes, tocas...parece que vuelves a ser tu misma. Tienes ganas de superarlo.

Eso (2ª parte)

[...Te ha paralizado. Te ha helado el corazón...]

Ya sólo puedes quedarte allí y esperar a que algún día, no muy lejano, vuelva a aparecer por esa puerta. Ésta vez, con esa sonrisa que tanto te gusta y con esa mirada que un 29 fue sólo tuya.
De momento decides no cerrar la puerta y esperar.

Más tarde la cerrarás y abrirás las ventanas por si decide volver, aunque estás viendo como ella sigue su vida y ya ni siquiera le haces falta ni apareces en su pensamiento, sino que otras personas ocupan tu lugar de una forma más completa, más absoluta.

Al poco tiempo te levantarás del suelo y saldrás a intentar "vivir". Verás que sin ella no puedes y una semana después saldrás de nuevo, pero ésta vez a buscarla. No la encontrarás y llorarás. Derrumbada en el suelo te quedarás sin lágrimas y sin voz. Será una noche dura, marcada por el recuerdo, por su ausencia...acompañada de un horrible dolor de cabeza ocasionado por tus lágrimas. Te faltará el aire, y entre sollozos, intentarás respirar. Aumenta el dolor, el deseo de tenerla. Finalmente te quedas sin fuerzas y caes rendida.

Eso (1ª parte)

Pasas los días sin hacer nada, sin esperar nada, sin decir nada. Van pasando y las cosas cambian por sí solas. Crees que todo seguirá como lo dejaste si no haces nada, pero no es así. Llega un momento en el que alguien te advierte de todos esos cambios que no habías percibido.
Es entonces cuando miras a tu alrededor y no te gusta lo que ves. Y ya es demasiado tarde para evitar lo inevitable. Es tarde y has perdido tu ocasión. La oportunidad de hacer, esperar y decir lo que querías.

Aún no entiendes lo que ha pasado, como las cosas han podido dejar de existir, esos sentimientos, esas ganas, ese amor, esas palabras, esa añoranza, esa atracción. Sientes que te has perdido un capítulo de tu vida y, por desgracia, uno de los más importantes.
Sientes como se te escapa de las manos lo que creías que iba a estar en ellas durante un tiempo, al menos próximo. Ni siquiera lo has visto caer. De tenerlo en tu piel ha pasado al suelo. No te diste cuenta de cómo resbalaba para que tus reflejos lo salvaran de la caída. Ya está en el suelo y se escapa.
Es tarde para llorar. No quisiste ver como caía y de nada sirven ahora tus lágrimas. Te sientas en el suelo, en el mismo lugar donde está tu pérdida. Te sientas y ves como se marcha, cada vez más rápido, más lejos. Alargas tu mano pero la distancia que os separa es demasiado grande. Te levantarías y correrías tras ella, pero antes de desaparecer por la puerta, se ha girado y te ha dedicado esa mirada cruel y fría que sólo le regala a algunas personas. Te ha paralizado. Te ha helado el corazón.