Yo sabía -como él- que era una lucha a brazo partido con la muerte, y en una de las pausas así se lo dije. Me contestó algo que no entendí, aunque lo dijo con una expresión de tremenda gravedad reflejada en el semblante:
-Si no fuese más que eso, ahora mismo lo dejaría todo, y permitiría que expirase en paz; pues no dislumbro luz alguna de vida en el horizonte.