So Far Away

Incontrolable

Tengo que empezar a contenerme un poco. No sé por qué me afectan tanto ciertas cosas.
Te partiría la cara si pudiera. Si te tuviera aquí delante en lugar de esta estúpida pantalla. Aunque no te conozca, me da lo mismo. Y sé que me sentiría extremadamente bien.
El odio es posible, y joder... tú te lo estás llevando todo. Con esas palabras que me repugnan constantemente, con tu cariño por todas partes. Guárdatelo para ti, que te hace falta.
Cada vez que te leo en el lugar que no te corresponde, me dan ganas de echarte a patadas.
Sé que este sentimiento no está justificado, que los celos (por llamarlo de alguna manera) no son buenos. Pero poco me importa.
Lo peor de todo es que te sigue la corriente. Puede que sea eso lo que me enfurezca de verdad. O no.

...

Qué esgoísta me siento en estas situaciones, cuando leo algo que me llega dentro, muy dentro. Y cuando veo que lo que estaba a punto de postear pierde toda su importancia al lado de esas palabras y esas imágenes inventadas.
Cuándo seremos capaces de valorar justamente las situaciones?

Y ahora... me siento afortunada de que mi mayor preocupación sea recuperar el tiempo perdido.

Your voice

Es como si el mundo se parase por un momento, por unas horas. Como si no existiera pasado ni futuro, sólo un presente irreal creado por nuestras voces.
Un presente sin salidas, que sólo acaba cuando cesa el sonido y ya no se comunican los números. Marcado por risas, suspiros, palabras y silencios. Y por una extraña sensación que acaba con todos los pensamientos, menos con uno.
Una dosis de placer controlada. Ni mucho ni poco. Lo justo para llegar al punto máximo y no quebrantar leyes ni reglas.
Se hace difícil el final y escuchar un silencio sin respiraciones. Algo tiene tu voz para no acallar la mía.

Insomnio

Lo siento. No me gustas. Cierto es que no nos conocemos demasiado, pero éstas últimas noches te has empeñado en acompañarme sin yo quererlo y me agobias un poco.
La situación es incómoda porque no sé cómo tratarte. Las primeras veces fuiste la novedad, indagué en tu parte superficial y no estabas mal, pero ahora no quiero profundizar más.
He tardado más de tres horas en conciliar el sueño, cuando normalmente lo consigo nada más rozar la cama. Me haces pensar, dar vueltas, destaparme, más vueltas, más pensamientos, imaginaciones, volverme a tapar, sed, frío, calor... diosss eres desquiciante! Y por mucho que pido que te vayas, no lo haces.
Me caes bien las noches en las que la luna no está para arroparnos, pero las demás horas prefiero dormir.

Estaba claro que una marmotilla como yo no duraría mucho rodeada de insomnes como vosotr@s.

P.D: Me has robado mis sueños y nunca te lo perdonaré. (jummm)

A continuación, un mini-relato sobre la aventura de esta mañana con el protagonista:

Todo comienza cuando la última vez que recuerdas haber mirado el reloj, marcaba las 03:48 y a las 07:35 tu querida hermana enciende la luz del pasillo, abre la puerta de tu habitación, entra con sus botas (q son muy monas, pero como percusionistas ya son la caña), tropieza con el telescopio, lo arrastra en lugar de levantarlo, abre el armario, seguidamente el cajón, busca una camiseta o cualquier cosa, lo encuentra (por la forma que ha tenido de dejar todo lo demás...), se va dejando la puerta abierta y la luz encendida y se recorre la casa mil veces con sus superbotas a modo de baquetas.

Desencadenamiento: Yo (Heart’s) cabreada, despierta, con un sueño de flipar pensando que a las diez tengo que estar estudiando. Veo pasar las horas y no duermo. Son las diez y suena el despertador, que hace cualquier cosa menos despertarme. Lo apago, y es entonces, en ese mismo instante, cuando caigo rendida en sueños.

Fin: El teléfono no deja de sonar. 11:52. Me levanto corriendo a oscuras y recorro el pasillo como la mejor zombie de “Thriller” chocando con todo, por supuesto. Contesto con voz de ultratumba. No sé quién es ni lo que digo. Cuelgo y pienso: “Insomnio. Hijo de puta”.

Stay

Tengo mucho que escribir, pero no tengo tiempo ni sé como empezar, así que mejor os dejo una canción. Por si el insomnio os acompaña esta noche y decidís escuchar algo de musiquita.

B.S.O Reality Bites (Winona Ryder, Ethan Hawke, etc).
Stay (Lisa Coeb)

Reencuentro

Salgo por la puerta y te veo esperándome en el banco de enfrente. Llevas puesta tu dulce sonrisa, que acompañada de tu mirada provoca idéntico hechizo sobre mí.
Siento decaimiento a tu alrededor; el mismo que noté minutos antes en tu llamada.
Te acercas clavando tus ojos en los míos y me regalas un abrazo y un único beso. No como los pasados, ya que un día les robamos a nuestros labios su derecho a rozarse.
Hace calor y tu abrazo me proporciona aún más. Ojalá hubieras venido antes. El frío se estaba apoderando de mí. Y sabes que acaba por encadenarme. Y sabes que no me gusta... a pesar de las veces que lo he invocado en actos desesperados.
Tus brazos me rodean durante más tiempo del “correcto” y los mío hacen lo propio. Ambos lo necesitábamos, así que no rompemos ninguna regla.
Nos sentamos donde siempre. Cuántos momentos compartidos en ese lugar. El sol luce con fuerza esta tarde y le da a tu cabello un tono más claro (te queda bien). Luces todavía el moreno trabajado en verano y te burlas de mí porque yo lo he perdido... La verdad es que de aspecto te veo tan bien como siempre. Sólo de aspecto. Y las chicas que pasan delante nuestro deben opinar igual. Aunque es costumbre, porque siempre te dedican la misma mirada lasciva.

Nunca me has ocultado nada, ni has utilizado tu valentía como muro protector. Sé que conmigo no te cuesta mostrar sentimientos y le sacamos partido. Te doy un beso en la frente y comienzas a hablar. Es como meter dinero en la máquina de refrescos. Y para ti siempre hay monedas.
Lo mejor de todo es que nunca me queda la sensación de haber desperdiciado nada. Y eso te honra en tiempos que corren. No ocurre con muchas personas, y menos últimamente.
Otro abrazo de despedida. Sigues agradeciéndome mi escucha y yo sigo diciéndote que dejes de hacerlo. Y sonríes... y sonrío... y nos quedamos parados, uno frente al otro.
Sabemos lo que pensamos. Siempre lo hemos sabido cuando llega ese momento. Y suele ser el mismo pensamiento y la misma sensación para los dos.
Hoy me toca a mí dar el paso. Beso en la mejilla. No hay adiós. Llegará el día en que hablemos sin temor de este tema. Hoy por hoy, queda en silencio.

Heart's breaking even

Aclaremos una cosa...
Algunas personas ven en mi nick lo siguiente: "rompecorazones" y como precisamente de eso tengo poco... heartsbreaking pasa a ser heart's breaking.
Espero que de esta forma la gente me entienda algo mejor y sepa ver la diferencia.
De paso, dejo aquí la canción que me da nombre. Disfrutadla.

(Bon Jovi)

Tetris

Uno de los juegos preferidos de mi infancia. Podía pasarme horas enteras sin hacer otra cosa que colocar piezas. No necesitaba hablar ni escuchar ni mirar mi alrededor. Me centraba única y exclusivamente en el juego.
Misión: encajar bloques de distintas formas para ir eliminando líneas y no llegar a lo alto de la pantalla, porque si no... Game Over.
Los colores no importaban, sólo su forma. Algunos se podían cambiar de posición. Era indispensable para poder ganar.
Recuerdo los palos. Acabé por despreciarlos. Siempre que los necesitaba, tardaban mucho en salir y, cuando por fin aparecían, ya no me ayudaban, sino todo lo contrario. Solía apurar la jugada por si bajaban, pero perdí demasiadas partidas por ello. Así que aprendí a colocar las otras piezas de tal forma que no me hicieran falta los palitos. Cuando lo conseguí, los bloques alargados se volvieron innecesarios. Si salían los colocaba en algún lateral, para que no entorpecieran mucho, aunque a pesar de todo, seguían valiendo demasiado.
Luego estaban los cubos, que no podías cambiar de posición nunca y los veía como un lastre. Siempre igual... muy constantes... y muy pesados. Necesitaban mucho espacio y sólo "podías" ponerlos en superficie lisa. Me gustaban aún menos que los anteriores. Aunque cuando tenías el hueco exacto, sentaba genial que bajara alguno.
Pero mi pieza por excelencia era esta:

Innumerables posiciones, encajaban en casi cualquier sitio. Nunca molestaban y eran adaptables. No requerían de nada especial.

Un juego con el que relacioné, de algún modo, la vida. Siempre buscando encajar cada situación, cada persona y problema. Y cuando no lo consigo... me agobio porque la pantalla comienza a llenarse de múltiples colores.
Los huecos no son buena señal y roban espacio. Veo aproximarse el final de la partida y siento que voy a perder. Lo que significa que no he jugado tan bien como debería y que no he sabido encajar las piezas.

Lo bueno del Tetris, es que siempre tenías otra oportunidad de hacerlo mejor y el Game Over era pasajero.
Aquí, en la vida real, no es así. Sólo dispones de una partida. Con varios niveles, sí, pero una única partida. Cuantas más pantallas completadas, menos tiempo y espacio disponible.

Dreams

Hasta en sueños veo lo que no quiero ver. Esta mañana he soñado con un sueño tuyo. ¿Suena raro?
Lo mostrabas a tu público incondicional a través de una recreación por vídeo totalmente exacta (un mini-film onírico estilo David Lynch). Y yo, por desgracia, también lo veía.
Demasiado real... como todos los sueños en los que aparecías. Y demasiado incómodo esta vez. Tanto, que he hecho todo lo posible por despertar, aunque haya llegado tarde.

He perdido hasta mis sueños. Ya no hay lugares para verte, sentirte y hablarte sin ningún tipo de "dolor-odio".
Sólo quedan algunos recuerdos y, mi agujero en el bolsillo, los está robando.
Aún así, creo que está mal descosido... porque únicamente deja pensamientos que yo misma tiro al suelo, con la mala suerte de que rebotan una y otra vez. Debido (supongo) a que son del presente y no del pasado.

Apto/No apto

En una revista de esas denominadas "exclusivamente para mujeres" he leído lo siguiente sobre las relaciones a distancia:

APTO PARA... Independientes y utópicas. Las primeras los echan de menos pero su vida no se acaba en ell@s. Además, la distancia les amplia su parcela de libertad. La mujer utópica es capaz de evocar en su imaginación constantemente al otro sin necesitar su presencia.

ABSTENERSE... Celosas e inseguras. Para quienes les guste tener controlada a su pareja 24 horas y se mueran de celos con su ausencia es mejor no iniciar una relación así. Te ahorrarás frustraciones. (etc.)

Lo siento, pero me ha resultado tremendamente irónico (en especial la primera parte).
A puntito he estado de soltar una carcajada de esas que hacen historia y/o pillarme un cabreo monumental.
Al final sólo ha quedado una medio sonrisa de lo más irónica y ciertas dudas sobre explicaciones pasadas (que he optado por ignorar).

¿Consejo?:

"ALLÁ TÚ"

H

Atraviesas la entrada y su olor no tarda en rodearte. Una mezcla de esencias que se adentra en tu garganta haciendo de la respiración un acto insufrible.
No soy capaz de describir ese hedor, pero la sensación que ofrece es de impotencia, enfermedad, miedo, tristeza, conformismo y muerte.
Los pasillos se repiten a cada tramo. Los números que decoran las paredes aumentan o disminuyen según la dirección tomada. Amplios ascensores grises y sin espejos no se libran del perfume despreciable.
Espectros con pijamas azules habitan el lugar. Cada uno tiene su historia.
Puertas abiertas que es mejor evitar. Dentro sólo hay desolación. O eso siento al adentrarme en ellas con la mirada.
Intento mantener la vista en el suelo porque el horizonte me roba libertad. Salgo huyendo lo más rápido posible. Mi tiempo allí es un castigo que no quiero cumplir. Y aunque mañana no pueda librarme, todo sea por visitar a la persona que colaboró en darme la vida.
Espero que su estancia allí no dure demasiado. No me gustaría que volviera impregnado de aquel triste lugar.

No necesitaba luz para ver a su alrededor. Incluso antes, cuando aún caminaba de día, mantenía los ojos cerrados durante horas y se dejaba guiar por el olfato. La imagen deslumbrante del paisaje, la luz cegadora, la fuerza e intensidad de la vista le causaban dolor. Sólo le gustaba el resplandor de la luna. Su luz no tenía color y perfilaba débilmente el terreno, bañando la tierra con un tinte gris sucio y estrangulando la vida durante una noche. Este mundo como de plomo fundido en el que sólo se movía el viento, que a veces se cernía sobre los bosques grises como una sombra, y en el que sólo vivían las fragancias de la tierra desnuda, era el único mundo aceptable para él porque se parecía al mundo de su alma.
...
De este modo su nariz le condujo a regiones cada vez más apartadas, alejándose de los hombres y empujándole cada día con mayor fuerza hacia el polo magnético de la máxima soledad posible.

P. Süskind