Es como si el mundo se parase por un momento, por unas horas. Como si no existiera pasado ni futuro, sólo un presente irreal creado por nuestras voces.
Un presente sin salidas, que sólo acaba cuando cesa el sonido y ya no se comunican los números. Marcado por risas, suspiros, palabras y silencios. Y por una extraña sensación que acaba con todos los pensamientos, menos con uno.
Una dosis de placer controlada. Ni mucho ni poco. Lo justo para llegar al punto máximo y no quebrantar leyes ni reglas.
Se hace difícil el final y escuchar un silencio sin respiraciones. Algo tiene tu voz para no acallar la mía.
Hola, no dejo de envidiarte porque se nota que estas enamorada. Echo tanto de menos esa sensación.... Y lo peor es q ahora q creo q puedo volver a sentirla, tengo miedo.
Un besazo, estoy aunque no se me vea...