Atraviesas la entrada y su olor no tarda en rodearte. Una mezcla de esencias que se adentra en tu garganta haciendo de la respiración un acto insufrible.
No soy capaz de describir ese hedor, pero la sensación que ofrece es de impotencia, enfermedad, miedo, tristeza, conformismo y muerte.
Los pasillos se repiten a cada tramo. Los números que decoran las paredes aumentan o disminuyen según la dirección tomada. Amplios ascensores grises y sin espejos no se libran del perfume despreciable.
Espectros con pijamas azules habitan el lugar. Cada uno tiene su historia.
Puertas abiertas que es mejor evitar. Dentro sólo hay desolación. O eso siento al adentrarme en ellas con la mirada.
Intento mantener la vista en el suelo porque el horizonte me roba libertad. Salgo huyendo lo más rápido posible. Mi tiempo allí es un castigo que no quiero cumplir. Y aunque mañana no pueda librarme, todo sea por visitar a la persona que colaboró en darme la vida.
Espero que su estancia allí no dure demasiado. No me gustaría que volviera impregnado de aquel triste lugar.
Espero q se recupere pronto.
Huella dejada por rutty a las 6 de Septiembre 2004 a las 10:39 PMMuchas gracias rutty.
Un besazo.
digo lo mismo que rutty. vaya, yo que venía de las vacaciones animada...
bueno, mucho ánimo.
Huella dejada por mon a las 8 de Septiembre 2004 a las 07:34 PMpues lo mismo digo, aunque suene a topico, animos y que se recupere pronto.
Un beso guapa!
Muchas gracias a las tres por preguntar. Mi papi ya está bien.
Un besazo.