Qué complicado. Encontrar las palabras precisas para que unos desconocidos entiendan lo que es, y no otra cosa. Qué difícil hacerlo al final de un día donde nada ha sido como debería, como siempre ha sido. A las 9:30 me despertaba el teléfono, a las 10 conducía sin música, quince minutos después me esperaba una mirada que con los años se ha entristecido tanto que incluso a cambiado de color. A uno mucho más claro y opaco, aunque también más brillante, no sé. Las horas se han hecho eternas. Y a mí, poco a poco, me invadía una sensación extraña y desoladora.
Los regalos se han abierto 12 horas después. Pero me alegro tanto...
Escrito por nitt | 6 de Enero 2008 a las 11:47 PMHay cosas que cambian sin avisar, y eso esta bien, porque el cambio es bueno, y vivir la vida, la misma vida con sus mismas cosas, de forma diferente, esta genial.
Dicen (bueno, digo) que las cosas no son extrañas, son especiales.
un beso.
Huella dejada por Maki a las 7 de Enero 2008 a las 08:36 PM