15 de Julio 2004

Un futuro príncipe destronado

Un caballero de la mesa redonda cabalga sobre su corcel de dos ruedas. Es alto, con el cabello claro y corto, una mirada viva que ilumina cada rincón, un carácter impecable y un corazón enorme. Su responsabilidad no le impide disfrutar de la vida, ser la alegría de las fiestas y querer a su princesa más que nada en el mundo.
Lleva semanas repartiendo invitaciones para la fiesta de fin de año. Entramos en el nuevo siglo y hay que celebrarlo por todo lo alto. Siempre nos convence para ir a pasarlo bien. Su sonrisa nos cautiva.
Después de dejar a su dama en casa, vuelve de camino a su castillo. No lleva prisa cuando no va en su busca y siempre se calza su armadura por si algún lobo ataca sin avisar. No se arriesga a un accidente desafortunado. Sólo queda una noche para entrar en lo que él pensaba que iba a ser su siglo.

El Sol ha caído y el jefe de la manada merodea cerca de nuestro caballero. Sus discípulos le llaman "La Muerte" porque siempre que ataca, lleva a su adversario a tan fatídico destino. Y esta noche está hambriento.
"La Muerte" decide saltarse un STOP (las reglas no van con él) y nuestro caballero no puede hacer nada por mantener su corcel erguido. El golpe ha sido terrible y cae. Un arbusto de acero en los laterales del camino incrusta la armadura en su rostro. Su caballo cae sobre su fuerte pierna y el asfalto acoge su cuerpo inerte.

Una carroza viene en su busca y se lo lleva a gran velocidad. Intentan salvarle, pero es difícil. ¿Alguien es capaz de sobrevivir a un ataque como ese?
Las horas pasan. Sobre el lecho metálico yace nuestro caballero, los curanderos del lugar hacen todo lo posible con sus hierbas de acero afiladas. Ha entrado en el sueño profundo. Nuestras esperanzas duermen con él.
Dos días sin despertar. Nos llaman para despedirle, no puede ser... nos hemos rendido pero su espíritu no y despierta de su letargo.
Más hierbas medicinales, más curas faciales. Hay que reconstruir el daño del mamífero. Pasan las semanas y el peligro ha pasado. Ahora está cautivo en aquella fortaleza blanca.

Hemos ido a verle, abrimos la puerta y no encontramos a nuestro héroe. Un cuerpo delgado, pálido y sin cabello le ha relegado. ¿Dónde está su rostro? Aquella bestia se lo robó. ¿Y su mirada? Le miro a los ojos y no veo nada, sólo una mirada perdida y vacía que no ilumina porque la oscuridad cubrió su reino. No ha perdido la voz, pero la espada de plástico en su garganta dejó un abismo difícil de franquear. Emite sonidos indescifrables y su cuerpo tampoco habla.
Salimos de aquel sitio y las lágrimas aparecen. No en mí, mi llanto es silencioso ésta vez y la tristeza y la ira se pelean en un desesperado intento por comprender lo injusta que es la vida.

Han destronado a un príncipe merecedor de la más valiosa y reluciente corona antes de tiempo. Han robado su vida y su princesa ha abandonado.
Nuestro caballero ha sobrevivido al oponente más temido, pero ¿a qué precio?

Escrito por nitt | 15 de Julio 2004 a las 02:27 PM
Comentarios

Al menos sobrevivió... muchos no han salido victoriosos de esa "batalla" en el mismo lugar... demasiados.

Huella dejada por Träne19 a las 15 de Julio 2004 a las 03:45 PM

Sobrevivió sí, pero no es el mismo. Le han condenado a ser alguien distinto. Y eso no me parece justo.

Huella dejada por heartsbreaking a las 15 de Julio 2004 a las 04:25 PM

Por desgracia las historias tristes existen. El tributo que yo hago a la mia, es no esperar un final feliz y ser feliz mientras espero el final.

Huella dejada por khaos a las 15 de Julio 2004 a las 04:41 PM

Yo conozco condenas más injustas... este ultimo año he perdido a dos antiguos compañeros de clase, uno en el 11M y otro en un accidente de coche (por eso me cansa tanto coger el coche).

Luego ha perdido la vida un hombre al que no conocí más que por un chat... pero no hacía falta más. Era la bondad personificada (dedicatoria especial en www.ayudarjugando.org ), una enfermedad se lo llevó... igual que a la madre de mi ex-novia, el hermano de mi profesor de Ingles... He visto lo que dejan atrás, no es lo mismo estar obligado a dejar de luchar que a que te den la opción.

Por eso el post de las segundas oportunidades... porque me he acordado de todos ellos y de que nadie les ha dado la opcion de volver a recorrer este camino.

Huella dejada por Träne19 a las 15 de Julio 2004 a las 04:42 PM

Ya no vale de nada pensar que no es justo, no te condenes tu tb..un abrazo muy fuerte

Huella dejada por Lucía a las 15 de Julio 2004 a las 05:48 PM

Y sabes si le mereció la pena?

Huella dejada por Curro a las 17 de Julio 2004 a las 02:06 AM
Si quieres decir algo:









¿Te recuerdo?