Insomnio. El problema no es la falta de sueño sino el exceso de ganas. Debería consultar al diablo. Porque no sé hasta qué punto es justo traerte de noche. Ni tampoco el castigo por robarnos las manos. Y tú a mí los ojos, sobre todo los ojos, que te siguen a oscuras.
Y al final todo acaba en locura. O en tiempo, pero da igual.
Miles de noches, comiendo techo, intentando imaginar tu respiración en mi cuello, escuchando el latir que sale de tu pecho.
Y no despierto, porque aún no he dormido.
y la imaginación queda envuelta por una coraza blindada que cada dia, me aleja mas de ti.
puf.
un beso, o dos.
Huella dejada por Maki a las 28 de Octubre 2007 a las 08:16 PM