No puedo creerlo todavía. Demasiado tiempo. Distancia. No quiero.
Si no he estado más de veinticinco días sin verte, dime cómo... no, no digas nada. Sólo abrázame fuerte cada vez que me veas. Iré acumulándolos para cuando no estés. Dedícame esa sonrisa tuya, no porque vaya a olvidarla sino porque me encanta. Y muéstrame esos ojos increíbles, en los que me sigo perdiendo, para cuando sólo me miren desde tus fotografías.
No sé que voy a hacer teniéndote tan lejos. No sé que será de mí si te echo aún más de menos. No sé hasta qué punto puedo hacerlo, si desde hace unos meses mi corazón sólo sabe de añoranza.
Al menos me quedará tu voz, que aunque ya no pueda cantarme sigue dándome la fuerza necesaria.
Así que dime que estarás conmigo. Que aunque no pueda verte ni tocarte, voy a sentirte a mi lado cada día. Hasta que vuelvas.
Dime que no me olvidarás. Que los buenos recuerdos irán en la maleta. Junto a esta parte de mí que te pertenecerá siempre.
TQM
Estaré contigo. No te olvidaré. Y los buenos recuerdos siempre los tengo dentro.
Me ha encantado el post... muchas gracias. Yo también te quiero mucho.
Un besito :9
Huella dejada por M a las 15 de Marzo 2007 a las 11:33 PMLas despedidas duelen.
Las ausencias matan cada segundo de vida y oprimen el pecho de recuerdos y te cuesta respirar.
Las lágrimas de ausencia duelen y queman la piel.
Pero luego puedes mirar tu alma y tu corazon y ves que, hay un trozo extraño, con bordes que no encajan a la perfección, de un color diferente al tuyo
y piensas en que ya no hay tanta ausencia, que está un poco mas ahi.
besos.
Huella dejada por Maki a las 17 de Marzo 2007 a las 02:36 PMUf... cuánto me suena todo esto... te mando muchísima fuerza.
¡Un Besito! :)
Huella dejada por Mría a las 17 de Marzo 2007 a las 04:32 PM