No quiero hacerte daño, no quería hacerlo y no sé si lo he hecho, pero te vuelvo a decir que lo siento. Siento que falten esas cosas, siento que haya sido así, siento que tú puedas pensar cosas que no son, siento haberte hecho pensar, siento que no puedas comprenderme, siento que sea así.
Una vez más, he seguido mis impulsos y he dicho cosas sin pensar. Yo... que me he considerado siempre consecuente, hace tiempo que dejé de serlo. Pudieron conmigo mi pasión, mi impulso, mis ganas...
Mi corazón intenta salir a la superficie y deja restos de dolor en su intento. Justo en esas personas que menos lo merecen (siempre pasa igual).
Siento que hayas sido tú la perjudicada ésta vez, siento...una vez más, dejarme llevar por mis impulsos. Intentaré controlarlos a partir de ahora y que mis "te quiero" y frases relacionadas queden en mi mente, donde siempre han estado y donde se repiten noche tras noche. "Te quieros" susurrados a nadie.
No tengas miedo de hacer daño. Ni des por supuesto que no te entienden. No creas que me has perjudicado.
A veces a mi también me da por moverme por impulsos. Y de lo que más me arrepiento en la vida es de todo lo que dejé de hacer por no haber sabido dejarme llevar.
Un beso
Huella dejada por sola a las 14 de Junio 2004 a las 11:13 PMA veces odio el tono de algunos de mis comentarios. Y odio también cuando me da por hablar (o escribir) sobre lo que no sé...
Huella dejada por sola a las 14 de Junio 2004 a las 11:49 PMbabies, akí falta un abrazo ;)
Huella dejada por mon a las 15 de Junio 2004 a las 12:26 AMSabeis una cosa ? me gustan los impulsos. Se deben seguir el corazon, las ganas, la pasion... Claro que alguna vez nos tocara lamentarnos despues, pero que nos queda si no ?. Sigue sin renunciar a lo que quieras.
Besotes ;)
no te guardes los "Te quiero". dilo siempre que lo sientas, dilo a cada persona que te inspira ese sentimiento. dilo, aunque sea en tu mente, pero dilo.
Huella dejada por Rainbow a las 15 de Junio 2004 a las 01:15 PMsola: no sé q decirte.
mon: gracias x el abrazo. Siempre son bien recibidos.
khaos: Los impulsos son buenos hasta que traen malas consecuencias. Soy impulsiva, asiq supongo q seguiré haciendo lo mismo... aunque intento controlarme.
Rainbow: Sí, es en mi mente donde los digo últimamente. Tenía pensado escribir un post sobre eso. Creo q lo adelantaré.
No olvides Heart que los impulsos son los que dan sentido a esta vida... a veces nos tocara sufrir por ello, pero es que eso tambien es parte de nuestra vida (por mal que pueda sonar). Despues de todo lo que me ha pasado tambien tuve miedo de seguir esos impulsos... y me quedo en Madrid en vez de irme a Irlanda este verano. Ahora me arrepiento.
Piensa en lo que pierdes si no sigues ciertos impulsos (tampoco vas a ir en plan suicidad, ¿verdad?).
Un besazo.
p.d. no pierdas la oportunidad de decir un "te quiero" (o un "te aprecio", "te necesito" o "te amo"), nunca sabes cuando vas a dejar de tener esas preciadas oportunidades en las que demostrar a la gente que te rodea que les tienes en cuenta.
Huella dejada por Träne a las 15 de Junio 2004 a las 03:52 PMCreo q m meto dond no m llaman al opinar en algo tan personal, pero un TE QUIERO hace mas bien q mal, y ser impulsivo no es malo porq lo haces de corazon y es lo q sentias en ese momento, la felicidad es efimera asiq hay q disfrutar los impulsos.
Animo
Rutty, discrepo. Al menos en eso de que querer a alguien sea algo que sientes en "un momento". Claro, que igual soy yo... que no lo digo a menudo. No me hagais mucho caso.
Huella dejada por Trippy a las 15 de Junio 2004 a las 07:07 PMIgual m he explicado mal (suelo hacerlo sin querer) es q no se como escribirlo, no creo en un amor eterno sino en algo q sietnes ahora q mas da en un futuro, (se q no da igual pero la vida m ha enseñado a vivir asi) porq igaul mañana has cambiado d opinion pero t has quedado con las ganas de q sepa lo q has sentido.
ese "un momento" al q hago referencia puede durar dias, meses o incluso años, sabes lo q quiero decir?
mmhhhh... creo. ¿Como cuando te das cuenta en ese momento de que realmente quieres a esa persona? Lo siento pero no estoy muy hábil hoy :(
Huella dejada por Trippy a las 15 de Junio 2004 a las 07:26 PMvaya dos... Cuando se quiere a alguien se kiere y punto, en ese momento y siempre. No se deja de querer a una persona, puedes dejar de amarla (y todavía me cuesta decir eso) pero no se deja de querer. Lo dicho, q vaya dos...
Y si te das cuenta en algún momento que quieres a una persona ya es bastante ;)
me piro a studiar...
Huella dejada por heartsbreaking a las 15 de Junio 2004 a las 07:43 PM¿Realmente no se puede dejar de querer a alguien? Sería bonito pensarlo, pero, ¿es así?
Respecto a lo del momento... ojala existiera el amor eterno (mejor dicho, se que existe, lo dificil es encontrarlo). Pero mientras tanto, ¿porque no decirle una y mil veces "te amo" a la persona que llena ese hueco destinado al "amor eterno" (en su concepcion idealista, soy un romantico :)). Es probable que sientas amor sincero (que luego se consuma... ya no depende de nosotr@s), por eso es bueno decirlo en el momento.
¿te referias a eso rutty? Si no, ahi queda mi opinion :P .
Huella dejada por Träne a las 15 de Junio 2004 a las 07:59 PMSi algo asi träne, pero si q llevas razon heart supongoq no dejas de querer pero si t decepcionan o les decepcionan y tienes q empezar a mirarles d otra manera,no?
Q bonito debate
(Una vez mas paso de morderme los dedos, y ademas, no sigo el camino de los comments anteriores. Yo a mi **** bola para variar ^^)
Me dejas que te cuente un cuento? No contestes, q te lo voy a contar igual ^^U
"- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo ganas de hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo: > Y, haciendo una pausa, agregó: >
- E... encantado, maestro - Titubeó el joven, sintiendo que de nuevo era desvalorizado y sus necesidades postergadas.
- Bien - continuó el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda y, dándoselo al muchacho, añadió -: Toma el caballo que está ahí fuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, y no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa ocn esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó al mercado empezó a ofrecerlo a los mercaderes, que lo miraban con algo de desinterés hasta que el joven decía lo que pedía por él.
Cuando el muchacho mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros giraban la cara y tan sólo un anciano fue lo bastante amable como para explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa como para entregarla a cambio de un anillo. Con afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un recipiente de cobre, pero el joven tenía instruciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.
Después de ofrecer la joya a todas las personas que se cruzaron con él en el mercado, que fueron más de cien, y abatido por el fracaso, montó en su caballo y regresó. Cuánto hubiera deseado el joven tener una moneda de oro para entregársela al maestro y librarlo de su preocupació, para recibir al fin su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
- Maestro - dijo -, lo siento. No es posible conseguir lo que me pides. quizás hubiera podido conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- Eso que has dicho es muy importante, joven amigo - contestó sonriente el maestro -. Debemos conocer primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar en el caballo y ve a ver al joyero. ¿Quien mejor que él puede saberlo? Dile que desearías vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca: no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.
El joeyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con lupa, lo pesó y luego le dijo al chico:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya mismo, no puedo darle más de cincuenta y ocho monedas de oro.
- ¿Cincuenta y ocho monedas de oro? - Exclamó el joven.
- Sí - replicó el joyero -. Yo sñe que con tiempo podríamos obtener cerca de setenta monedas, pero si la venta urge...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate - dijo el maestro después de escucharlo -. Tú (payasa) eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y, diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda."
Y colorin colorado, no te conformes con nada que no te merezca. Me jode mucho cuando alguien no sabe apreciar un "te quiero", que le voy a hacer. Lo dicho, no dejes que tus oidos escuchen nada que no esté por encima de Clapton. Aunque quien toque se crea Hendrix. Un beso, idiota :*·
...
Soy un poquito imbecil... aqui va el cuento bien escrito... >_< (zonalibre sucks ¬¬U)
"- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo ganas de hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo: 'Cuánto lo siento, muchacho. No puedo ayudarte, ya que debo resolver primero mi propio problema. Quizá después... ' Y, haciendo una pausa, agregó: 'Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver ese tema con más rapidez y tal vez después pueda ayudarte'
- E... encantado, maestro - Titubeó el joven, sintiendo que de nuevo era desvalorizado y sus necesidades postergadas.
- Bien - continuó el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda y, dándoselo al muchacho, añadió -: Toma el caballo que está ahí fuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, y no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa ocn esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó al mercado empezó a ofrecerlo a los mercaderes, que lo miraban con algo de desinterés hasta que el joven decía lo que pedía por él.
Cuando el muchacho mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros giraban la cara y tan sólo un anciano fue lo bastante amable como para explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa como para entregarla a cambio de un anillo. Con afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un recipiente de cobre, pero el joven tenía instruciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.
Después de ofrecer la joya a todas las personas que se cruzaron con él en el mercado, que fueron más de cien, y abatido por el fracaso, montó en su caballo y regresó. Cuánto hubiera deseado el joven tener una moneda de oro para entregársela al maestro y librarlo de su preocupació, para recibir al fin su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
- Maestro - dijo -, lo siento. No es posible conseguir lo que me pides. quizás hubiera podido conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- Eso que has dicho es muy importante, joven amigo - contestó sonriente el maestro -. Debemos conocer primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar en el caballo y ve a ver al joyero. ¿Quien mejor que él puede saberlo? Dile que desearías vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca: no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar.
El joeyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con lupa, lo pesó y luego le dijo al chico:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya mismo, no puedo darle más de cincuenta y ocho monedas de oro.
- ¿Cincuenta y ocho monedas de oro? - Exclamó el joven.
- Sí - replicó el joyero -. Yo sñe que con tiempo podríamos obtener cerca de setenta monedas, pero si la venta urge...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate - dijo el maestro después de escucharlo -. Tú (payasa) eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y, diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda."
Huella dejada por Eowyn a las 15 de Junio 2004 a las 10:49 PMjajajaja, ainss sta niña. Si kerías q me lo aprendiera de memoria dilo, xo no hace falta q lo pongas dos veces, jaja
me podrías poner también mis apuntes x akí y a lo mejor así consigo leerlos... (Mierda de teoría. Kiero números!!!!!"
Y muchas gracias payasa ;) espero q el viaje haya ido bien. Qué recuerdos de aquel tren, ainsss
Huella dejada por heartsbreaking a las 15 de Junio 2004 a las 11:35 PMEs q nu m habia dado cuenta q si pongo algo entre mayor q y menor q se lo toma como una etiqueta y no lo pone como texto = (· Sorry. Dame los apuntes q t los copio = P·
Huella dejada por Eowyn a las 15 de Junio 2004 a las 11:39 PMjajajaja pues es un buen takito de apuntes...yo que tú me lo pensaba.
Me ha gustado mucho el cuento ;)
Bien pensado... aprendetelo de memoria para q no se olvide nunca nunca nunca. Aunq t lo pienso recordar yo. Waaaaaaajajajjajajja! (A q echabas de menos mi risa malefica? = D· )
Huella dejada por Eowyn a las 16 de Junio 2004 a las 05:52 PM