"...interrumpió su carta y supo que había aprendido a catalogar tristezas, a distinguir una desesperación de otra, a reconocer el miedo con odio, el odio a secas y el miedo químicamente puro. Sabía incluso diferenciar al que se arrepiente por no haber hecho algo del que se arrepiente por haberlo hecho. Pero aquel muchacho tenía en la mirada la cicatriz de un sentimiento que ya casi había olvidado: la añoranza."
A. Méndez
Escrito por nitt | 18 de Abril 2007 a las 03:25 PMTengo que pillarme el libro, urgentemente, porque esa forma de escribir. Buah.
Y tengo que pillarte a ti tambien por el msn porque a este paso se te olvida el sueño y me quedo con las ganas xD
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Huella dejada por Maki a las 19 de Abril 2007 a las 05:41 PM