10 de Julio 2005

Bittersweet

Llenó de aire sus pulmones hasta hincharlos completamente y se dejó sumergir. Cincuenta kilos de recuerdos atados a uno de sus tobillos arrastraban su alma hasta lo más profundo. Cerró los ojos al creer que el tiempo pasaría rápido. Y olvidó que eran demasiados kilómetros para una huída fácil.
El lastre tocó fondo y, con él, una mirada nació a oscuras. Miró al frente, pero nada había cambiado. Tampoco recordó que la luz no llega a todas partes.
Pequeñas burbujas ascendían sin ser vistas, el oxígeno se acababa y a su alrededor nada sentía excepto el frío de un lugar desconocido. Sintió desvanecerse cuando el torbellino de imágenes envolvió su corazón inerte al mismo tiempo que unas manos liberaban la cadena oxidada.
Salió a flote dejando salir la última bocanada de aire, pero la salvación llegó demasiado tarde. Un cuerpo sin pulso, sin vida, se había rendido. No sin antes abandonar el último aliento de esperanza que le acompañó hasta el vacío.

Escrito por nitt | 10 de Julio 2005 a las 06:43 PM
Comentarios

nunca es demasiado tarde. pero lo importante no es que lo digan otros, sino que nos lo creamos nosotros mismos. sólo así habrá esperanza, sólo así será real esa salvación.

un beso

Huella dejada por meggan a las 11 de Julio 2005 a las 12:36 AM

Final feliz...pero cobarde.

O_O uah, no veas como me he quedado al leerlo! me ha encantado!!!!

Cuidate.

Huella dejada por Maki a las 11 de Julio 2005 a las 12:09 PM
Si quieres decir algo:









¿Te recuerdo?